¿Cómo hacer que un niño se interese
y tenga buena predisposición al aprendizaje?
Nuestro nuevo aprendizaje sobrevivió el análisis de la Amígdala que es la
policía de las emociones, indicando todo lo peligroso, aburrido, sin significado,
prohibiendo su paso y dando una emoción antes de que la parte “consciente” del
cerebro se entere de que existe. Tener una emoción antes de estar informados de
lo visto, oído, sentido, olido o probado, (como lo habíamos mencionado en la
entrega Amígdala-Hipocampo) nos protege de peligros. Si nos pusiéramos a
reflexionar en las opciones en situaciones peligrosas, aburridas, desagradables
perderíamos segundos valiosos; ejemplo: oír el estallido de un cohete nos hace
saltar en dirección contraria al ruido, o que nos obliguen a estudiar
matemáticas evitaremos la materia a como
de lugar.
Existen dos mecanismos, que nos ayudaran a tener una buena predisposición
al aprendizaje, el primero, la Amígdala-Hipocampo que ya mencionamos y el
segundo la Zona Frontal
del cerebro. La Amígdala
e Hipocampo se dedican a las emociones y el segundo (Zona Prefrontal) a los
sentimientos y si ambas no están en sintonía y a nuestro favor el nuevo
aprendizaje se encontrará con una pared.